domingo, 23 de enero de 2011

Quizá con el 13 le hubiera ido mejor

"Las críticas no serán agradables, pero son necesarias."

Soy desde hace algunos años atrás fanático Stéphane Pompougnac, DJ francés que obtuvo fama mundial por su exitosa compilación de discos Hôtel Costes (el hotel es real, y se encuentra ubicado en el very trendy heart de París, 239 rue St-Honoré). Stéphane ha realizado diversos conciertos en todo el mundo a partir del reconocimiento de estas compilaciones, e incluso ha tocado en el festival de cine de Cannes, y desfiles de moda alrededor del mundo. Cuando Jean-Louis Costes, propietario del hotel, le propuso a Stéphane Pompougnac que se encargara de poner música al salón del hotel, nunca hubiera imaginado hasta dónde iba a llegar la historia. La saga Hôtel Costes se lanzó en 1999 con una tirada inicial de 2,000 ejemplares. Diez años después, más de cuatro millones de copias andan circulando por todo el mundo.

He descargado el disco #14 hace ya más de un mes (no existe el disco # 13, ya que en el Hôtel Costes no existe la habitación Nº13 por temas de superstición), pero no tuve la oportunidad de oírlo completamente (lo que usualmente hago para poder dar una opinión, ya que hablar de un disco sin escucharlo de principio a fin es como probar el bocado de un plato y criticarlo, cuando para cuando realmente poder hacerlo con exactitud es necesario ver, oler, comer y codificar lo que siente mi paladar a través de los gustos, el retrogusto e incluso el oído, para descubrir la crocancia y texturas).

Aproveché de este domingo tranquilo en casa para escucharlo. Quizá un fanático como yo puede sentir un ligero retroceso en comparación a ediciones anteriores de Hôtel Costes. Es un disco completamente diferente, ofrece muchos descubrimientos frescos, la selección hecha por Pompougnac es atrevida ya que no contiene muchos cortes (a los cuales estaba familiarizado) de canciones repetidas entre étages pasadas, como lo ha ofrecido en ediciones anteriores. Lastimosamente, ningún track me transporta a un momento cúspide, sucede completamente lo contrario: está tan bien mezclado que todas las canciones al terminar se funden perfectamente bien creando un sólo ambiance musical.

El disco es perfecto para escucharlo en momentos muy liados del día y utilizarlo de fondo para cualquier situación, ya que es poesía para tus oídos. Sin embargo, el encanto Costes con altibajos de ritmos de la mejor selección folk, downtempo y triphop están ausentes en esta edición.

Las canciones que llegan a resaltar dentro de los 17 tracks, es YMA en un Afterlife Remix, de Boozoo Bajou, la cual logra captar atención y sirve de catalizador para seguir escuchando el disco (muy pasivo para mi gusto), y Perhaps, Perhaps, Perhaps de Lisa Bassenge & The J, que momentáneamente me transportó a un déjà vu auditivo y recordé a Pink Martini con Sympathique y a la legendaria Clémentine quien aportó en muchas ocasiones con sus temas, el reconocimiento del cual Hôtel Costes mantiene en la actualidad.

Es momento de despejarme de la sensualidad poderosa de Cesária Evora, lo abstracto pero presencial de i:Cube, lo enérgico de Club des Belugas y los ritmos contagiantes de Dublex Inc, Charles Schillings, Variety Lab y Big Muff. Pompougnac en el étage 14 ofrece algo fresco, quizás un poco transitorio, pero deleitante a la vez. Nada legendario.

0 comentarios:

Publicar un comentario